Aunque apenas lleva a nivel masivo cerca de 25 años, el comercio electrónico (e-commerce), es decir, el que se ejecuta a través de la web, ha ido cobrando aceptación en aquellos lugares en los que la infraestructura y hábitos de compra facilitan la adopción de internet como canal de compra, particularmente grandes centros urbanos en el que la dinámica diaria deja poco tiempo para ir a una tienda física.

Si bien hay países en los que este canal de compra aún no está consolidado por los impedimentos logísticos o de cobertura de la red, el e-commerce se ha consolidado no solo como un motor de la economía y una nueva oportunidad para pequeños productores, exportadores y negocios independientes, sino a un generador de riqueza sin precedentes.

Para muestra, tres botones: Amazon fue creada en 1995 por Jeff Bezos, quien abrió 2019 con una fortuna estimada en 124 mil 700 millones de dólares, consolidándose como el hombre más rico del mundo. Sin embargo, la empresa de e-commerce más grande del mundo es Alibaba, creada por Jack MA en 1999. Latinoamérica no se queda atrás y la empresa más grande en Argentina es Mercado libre, fundada en el mismo año por Marcos Galperín y con un valor de 30 mil millones de dólares.

Para que estas tres empresas llegaran a este punto en menos de 25 años debieron ocurrir muchos cambios en el sector y no hubiera sido posible sin las tecnologías de información, los avances en las mismas y las aplicaciones para lograr transacciones seguras y envíos rápidos y precisos.

¿Qué elementos clave de TI influyen en el e-commerce?

Seguridad de la información

En 30 años pasamos del intercambio libre de información a la implementación de sistemas de seguridad que protejan los datos de los usuarios, no solamente información personal como nombres, direcciones y números de teléfono, también datos financieros como cuentas bancarias y tarjetas de crédito.

Opciones como PayPal y Mercado Pago buscan altos estándares de seguridad para enviar y recibir pagos en conjunto con los bancos.

Big Data

No solamente es el tipo de datos sino las cantidades: además de los que guardan las mismas tiendas online, se toman los que los usuarios comparten a través de sus teléfonos, en redes sociales, búsquedas online e historial de navegación.

Esto no solamente permite saber qué artículos son los más buscados en determinada región, época del año o por un segmento en específico para fines de publicidad y promoción, sino también ayudarles a completar la compra si la dejaron inconclusa. Por ello el analizar los patrones de estos datos requiere sistemas acordes al reto.

Movimiento hacia la nube

El surgimiento de muchas grandes soluciones de Cloud se debe al e -commerce: el ejemplo más conocido es el de Amazon Web Services, surgido a partir de la necesidad de Amazon de ampliar su capacidad operativa en temporadas de alta demanda como las fiestas de fin de año.

Hoy en día es uno de los servicios más usados por empresas que buscan operar sus transacciones en línea sin el riesgo de una saturación. La nube permite aumentar la capacidad para almacenar datos y llevar a cabo operaciones sin que se caiga el sistema.

Desarrollo para web y móvil

Con el boom de los smartphones y con la llegada del iPhone, comprar en línea tenía el potencial de volverse más sencillo pero requería tanto de los tres puntos anteriores como del desarrollo de aplicaciones y páginas responsivas que tomaran en cuenta la experiencia del usuario y volvieran la compra un proceso fácil.

Se estima que el 47% de los usuarios de teléfonos móviles hacen transacciones a través de ellos y si lo limitamos a los millennials, el sector más activo, puede llegar hasta el 70%.