1. Conoce a tu público
Antes de elaborar un discurso, analiza a quién está dirigido y aférrate a ello. Investiga sus intereses y motivaciones e inclúyelos, teniendo en cuenta el mensaje principal, así como los puntos que necesitas enfatizar. Recuerda que cuanto más se identifique el oyente con tu exposición, mayor será tu influencia.
2. Considérate uno más en la audiencia
Cuando escribas el discurso que posteriormente será verbalizado, sitúate en el lugar del público y piensa qué conceptos pueden resultar aburridos o incomprensibles. Una vez que los distingas, intenta explicarlos de forma fácil y entretenida. Ten presente que si tú no entiendes el mensaje, menos lo hará el resto.
3. Ensaya
Una presentación impactante depende, fundamentalmente, del empeño que pongas en ella. Repetir tu discurso una y otra vez en voz alta es una buena manera de internalizarlo y reducir el riesgo de equivocación. Además, practicar te ayudará a lucir confiado ante el público.
4. Utiliza diapositivas
Muchas veces la exposición oral requiere explicar conceptos difíciles de digerir. Una presentación de diapositivas permite asimilar mejor la información, en tanto es un material de apoyo para el receptor, pero también para el emisor. Puedes resumir los datos medulares de tu discurso en un Power Point o Prezi, presentadores electrónicos que se descargan de forma gratuita y online.
5. Pon en práctica la regla de 10-20-30
Si utilizas una presentación electrónica para dinamizar la exposición, no debe tener más de 10 diapositivas, 20 minutos de duración, ni menos de 30 puntos en el tamaño de letra empleado.
6. Comienza con una historia
Esta táctica funciona como un enganche al resto de la exposición. Debe ser una historia entretenida con la cual todos los presentes puedan identificarse. Captar el interés desde un principio e introducir las ideas principales de forma amena te ayudará a controlar la presentación.
7. Mantén contacto visual
Mirar directamente a los ojos es la forma más efectiva de persuadir. Quienes te escuchan deben sentir que el discurso se pensó especialmente para ellos, contemplando sus necesidades e intereses, así que tómate el trabajo de hacer contacto visual con cada persona que asistió a la instancia.
8. Memoriza
Conocer el discurso a la perfección genera credibilidad. La vacilación juega en contra a la hora de persuadir, recuerda que todos los ojos estarán puestos en ti. Leer no solo distraerá a los oyentes, sino que transmitirá la sensación de que no entiendes tu propio mensaje.
9. Repite el mensaje central
Es importante que al finalizar tu exposición, el mensaje principal persista claro y fuerte en la mente de los oyentes. Las palabras verbalizadas desaparecen en su articulación, por lo tanto, para fijarlo necesitarás reiterarlo al menos tres veces durante la exposición.
10. Interactúa con tu público
Incluir a la audiencia es una buena estrategia para mantener su atención a lo largo de toda la instancia. Puedes emplear frases como “Es una buena pregunta”, “¿Tú qué opinas?”, “Excelente aporte”, para demostrar que te interesan sus participaciones. Asimismo, tendrás unos segundos extra para organizar tu respuesta.
Y lo más importante: ¡relájate y diviértete! El entusiasmo es contagioso. Si te sientes a gusto con lo que haces, esa sensación se transmitirá al público y tu presentación oral será un éxito.