Una clave para el desarrollo profesional es aprender y dominar algunas habilidades clave que son altamente valoradas dentro de las empresas, particularmente al buscar puestos directivos y de gerencia media, ya que requiere no solamente gestionar sino también liderar y asumir mayores responsabilidades.

Estas habilidades clave son conocidas como competencias gerenciales y en ocasiones están alineadas con los valores y metas de las organizaciones a fin de desarrollar carrera. Con el paso de los años algunas de ellas han cobrado más importancia que otras y estas son algunas de las más valoradas en el entorno corporativo:

Desarrollo de personas
Como un enfoque para generar líderes y no solamente jefes, el contar con profesionales dispuestos a apoyar a sus equipos a crecer, aprender y poner en práctica sus habilidades para los objetivos del negocio es indispensable, ya que se genera un efecto multiplicador en el cuál un elemento altamente efectivo convierte a otros.

No se trata solamente de gestionar el personal sino en desarrollar a los miembros del equipo para construir equipos de alto impacto: desde saber delegar, hacerlos partícipes de los procesos, reconocer logros y apoyarlos en su crecimiento profesional son las cualidades que se buscan.

Trabajo en equipo
Con un entorno laboral en el que varios equipos deben interactuar, los “lobos solitarios” ya no tienen cabida. Un profesional competitivo debe ser capaz de hacer equipo para un mejor uso de recursos como tiempo, dinero y capital humano.

El poder trabajar no solamente con sus subalternos sino con otros equipos, áreas y empresas permite distinguir a los elementos que construyen de aquellos que no confían en sus compañeros. Al momento de impulsar profesionalmente equipos de trabajo, esa confianza en su labor es indispensable.

Capacidad de negociación
En áreas como comercial, gestión de proyectos, recursos humanos, marketing y
comunicación corporativa la negociación permite llegar a acuerdos con personas y áreas que tienen sus propias necesidades cuando los recursos son limitados y el margen de maniobra no es mucho.

Por ello, se debe buscar no solamente a un elemento que busque conciliar antes que confrontar, sino que sepa negociar para llegar a acuerdos tomando en cuenta los recursos con los que tienen, los objetivos del interlocutor y qué se está dispuesto a ceder con tal de obtener beneficios.

Comunicación
Lejos de ser personas extrovertidas, los líderes deben saber comunicar al equipo los objetivos y qué se espera de su desempeño para marcar un rumbo claro. También deben transmitir de manera asertiva los logros y los puntos de mejora para corregir el rumbo cuando sea necesario.

Hacia afuera, un líder que puede establecer puentes y canales de comunicación con otras áreas, gerentes, directivos, proveedores e incluso otras empresas, cámaras e industrias ayuda a crear una cadena de valor altamente valorada por las corporaciones que buscan alianzas estratégicas.

Soluciones a largo plazo.
La planificación es parte indispensable en directivos, por eso se debe adoptar un enfoque estratégico y no solamente operativo para trazar caminos de acción para otras áreas. Sin embargo, no solamente deben enfocarse en cumplir funciones o darle continuidad a lo ya logrado, sino convertirse en solucionadores: detectar la problemática y ofrecer respuestas
alcanzables y medibles.

Un enfoque a largo plazo, a su vez permite que se trascienda a lo inmediato o a lo urgente, que suelen ser enfoques comunes cuando la operación domina el día a día. El plantearse metas que impliquen cambios y beneficios importantes para sus áreas y a partir de ahí trazar caminos de acción sirve como la principal columna de toda la estrategia y las acciones que se tomen a partir de ahí tomarán en cuenta a donde se quiere llegar.

Actualmente 74 de cada 100 empresas en Latinoamérica valoran las estrategias de desarrollo de liderazgo, pero sólo 44 logra implementarlas.