En la era industrial, se consideraba que los recursos estratégicos fundamentales para el desarrollo de las organizaciones, eran el capital y la tecnología, en esta perspectiva la corporación se conformaba únicamente con obtener utilidades a través de la más eficiente utilización de éstos.
Hoy la visión de negocio esta enfocada al factor humano
De esta manera las corporaciones empiezan a aceptar que para sobrevivir y desarrollarse deben revalorar y estimular el desarrollo de los seres humanos que las integran, en tanto que en ellos residen dichos recursos estratégicos. Lo cual permitirá construir organizaciones no solo más productivas y eficientes, sino organizaciones inteligentes; de aprendizaje y de renovación que hagan posible el desarrollo integral de la sociedad.
El crecimiento de una corporación puede ser valorado desde diversas perspectivas.
La primera y más usual, es la medida de indicadores numéricos centrados en el crecimiento económico en cuanto a ingresos, tamaño de la nómina y clientes.
Otro aspecto importante, la satisfacción de los empleados, el compromiso con la empresa más allá de la compensación económica y la calidad del puesto de trabajo en cuanto al clima laboral.