El objetivo de una dirección IP es identificar y localizar de forma inequívoca cada dispositivo en una red interna o externa. Es un número que identifica a una interfaz, que puede ser tanto un ordenador como un smartphone o cualquier otro aparato electrónico que se conecte a internet.
En cada hogar, el router asigna direcciones IP privadas a cada dispositivo, que serán normalmente dinámicas (varían, no son siempre la misma, como sí ocurre con las estáticas) y tendrán una fecha de caducidad, bien de 24 horas o bien hasta el momento en el que se apague el dispositivo. Estas direcciones IP son diferentes entre sí en la misma casa, pero pueden coincidir con las direcciones IP privadas asignadas en otras viviendas.
¿Cómo se genera una dirección IP?
Las direcciones IP se consiguen actualmente con la versión 4 del protocolo de internet (IPv4), capaz de crear unos 43.000 millones de direcciones diferentes. Sin embargo, como cada vez son más los dispositivos que requieren de una dirección IP diferenciadora, la capacidad de IPv4 se ha vuelto insuficiente y por este motivo existe ya IPv6. Con el protocolo IPv6se pueden generar hasta unos 340 sextillones de direcciones IP, lo que supone una fuente casi inagotable de alternativas.
¿Qué es una dirección IP pública y una dirección IP privada?
Una tablet, los smartphones de cada uno de los miembros de la familia, el ordenador de mesa, la impresora, el portátil. ¿Cuántos dispositivos hay conectados a tu red de internet en casa? Tanto si trabajas desde tu domicilio como si utilizas únicamente tu red wifi para ratos de ocio, cada uno de los dispositivos está conectado a internet de forma independiente. Tienen direcciones IP privadas dentro de una red local.
La dirección IP pública es diferente. Es la dirección con la que cuentan las páginas web en sus dominios y los servicios que ofrece internet. Es también el código identificador de tu red o tu router desde el exterior.