En el marco internacional del día de la mujer 8 de marzo, un día para luchar por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.

La fuerza que consigue un movimiento de mujeres en todo el mundo traspasa fronteras, diferencias culturales, económicas, ideológicas y de cualquier tipo.

Marilyn Loden, gerente en una empresa telefónica, fue invitada a un panel de directoras en la Exposición de la Mujer en Nueva York en 1978. El tema del panel era el autoconcepto de las mujeres y la dificultad de escalar laboralmente. Mencionó que no notamos esa barrera invisible que dificulta el que haya más oportunidades laborales para ellas. Ahí mencionó por primera vez el término “Techo de cristal” (Glass ceiling).

Cuarenta años después, el concepto conserva su validez y se ha convertido en un término de uso cotidiano para referirse a un problema complejo: la limitación velada para el ascenso laboral en mujeres o la simulación de condiciones equitativas. Se considera invisible porque no existen políticas o procedimientos que explícitamente establezcan límites, sino que forma parte de las prácticas cotidianas en muchas organizaciones.

De acuerdo con cifras del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE), las organizaciones lideradas por mujeres han logrado aumentar la productividad hasta en un 25 por ciento. Sin embargo, sólo el cinco por ciento de las direcciones o presidencias en compañías mexicanas son ocupadas por una mujer, lo cuál ejemplifica perfectamente este fenómeno.

El Techo de Cristal

Es una metáfora que alude a las barreras invisibles que encuentran la mayoría de las mujeres a la hora de abrirse paso en su carrera profesional e ir progresando hacia puestos de mayor responsabilidad.

Analizar las barreras invisibles (techo de cristal), es fundamental, garantizando la igualdad sin que exista ningún tipo de discriminación por género o por cualquier otra cuestión.

Si bien la lucha femenina por alcanzar más y mejores lugares en el escenario laboral ha disminuido; es una realidad que la batalla continúa.

La baja visibilidad de las mujeres en el campo profesional, puede provocar importantes prejuicios sobre las capacidades de las mujeres para acceder a puestos de mayores niveles de responsabilidad.

En CINTE creemos en el valor y el trabajo que aportan cada una de las mujeres de nuestro equipo; velamos por ser un empresa con equidad de género que busca alcanzar los mas altos estándares de calidad en nuestro trabajo diario.

Las mujeres en la industria de Tecnologías de Información (TI)

De acuerdo con el estudio “Women in manufacturing study: Exploring the gender gap” publicado por Deloitte, las mujeres constituyen el 25% de la fuerza laboral de la industria a nivel global. Aunque ha experimentado un crecimiento en las últimas décadas, se mantiene por debajo del porcentaje de inclusión del mercado laboral, constituido en 55% por mujeres.

Sin embargo, las empresas están apostando por mayor inclusión hacia un escenario de equidad de género a fin de tener equipos mucho más preparados y con habilidades que se complementen en la realización de objetivos, especialmente desde que la transformación digital se convirtió en prioridad en las industrias productivas.

El cambio requiere una restructura en varios procesos, desde educación para incentivar el estudio en estas áreas hasta los esfuerzos de reclutamiento y selección, medición de desempeño y resultados a fin de reconocer los logros independientemente del género.

Desde hace varios años hemos podido ver en CINTE cómo la industria está cambiando hacia una mayor inclusión. Nuestras consultoras buscan desarrollar carreras profesionales exitosas y por ello buscamos un ambiente de equidad laboral en el que puedan aplicar sus habilidades y experiencia.

Varios retos se atraviesan en el camino, sin embargo con la colaboración de todos los actores de la industria, se podrá atender el problema del Techo de cristal de manera más efectiva.