Uno de los términos más utilizados en años recientes por parte de las empresas y los especialistas en transformación digital es Big Data: se generan textos, videos, análisis y estudios presentando a esta nueva tendencia como el futuro de los negocios y un elemento clave en las industrias 4.0.El concepto se refiere a las grandes colecciones de datos, incluyendo tanta información y tan compleja que no puede ser analizada con programas tradicionales para procesamiento de datos.

Con la llegada de internet y los smartphones la cantidad de información se ha disparado. Por día se estima que subimos 2.5 billones de bytes a la red, muchas veces sin saberlo, como nuestra ubicación desde el teléfono hasta nuestro historial de navegación en la red. Sin embargo, el Big Data no es algo tan lejano como muchos creen. Muchas organizaciones están desarrollando aplicaciones prácticas que se enfocan a lograr procesos más eficientes que impacten en nuestra vida cotidiana. Estos son los 10 usos más comunes que darán mucho de qué hablar.

10 usos en la vida cotidiana

1. Business intelligence. Con la información sobre preferencias y gustos de la población, las empresas pueden elaborar sus estrategias de negocio con mayor probabilidad de éxito.

2. Salud y estilo de vida. Aparatos como relojes inteligentes registran los pasos y ritmo cardiaco, los suben a la red y pueden recomendar actividades físicas y hábitos saludables comparando la información de millones de usuarios.

3. Seguridad. Conociendo el flujo de personas en vialidades clave a lo largo del día se pueden tomar medidas para reducir crímenes como robos (más policías, mejor alumbrado público) e incluso detectando posibles ataques terroristas por palabras clave en buscadores web.

4. Análisis predictivo. Se puede conocer el resultado más probable de la conducta de un individuo identificando patrones, como en las búsquedas web que anticipan palabras de búsqueda.

5. Publicidad. Los analistas de marketing pueden determinar qué tipo de publicidad funciona de manera más efectiva, por qué medio y en qué horarios de acuerdo a la conducta de los usuarios en redes sociales y buscadores.

6. Detección de fraudes. Siguiendo los patrones de compra se pueden detectar aquellos en los que se corre mayor riesgo de un fraude electrónico y aplicar medidas.

7. Rendimiento deportivo. Algunos atletas utilizan software especializado que registra información de competencias y torneos pasados para detectar técnicas y estilos de juego que aumenten las probabilidades de éxito.

8. Movilidad. Aplicaciones como Waze operan compartiendo la información de millones de personas moviéndose diariamente para detectar rutas con menor tráfico, identificando accidentes viales y sugiriendo mejores rutas y tiempo
estimado de traslado.

9. Dispositivos de nueva generación. Coches autónomos, robots que limpian la casa, bocinas que reconocen los gustos de las personas y las identifican por voz e incluso casas inteligentes registran desde la conducta de sus dueños hasta los otros dispositivos en su entorno para mejorar su desempeño.

10. Ofertas y descuentos. Conociendo cómo cambia la forma en que compramos a lo largo del año, las tiendas y supermercados pueden determinar cuándo aplicar descuentos o promociones, en qué cantidad, a qué productos y durante cuánto tiempo.

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