Con los avances en inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático, los robots son cada vez más capaces de realizar tareas que antes se consideraban imposibles. La Inteligencia Artificial se integra en los robots dotándoles de la capacidad de aprender y tomar decisiones autónomas.
Los robots equipados con IA son capaces de detectar cambios sutiles en su entorno, interpretar datos y adaptarse en consecuencia. Esto les permite reaccionar con rapidez y precisión a las nuevas situaciones que se les presentan. Muchas empresas están desarrollando robots con Inteligencia Artificial, entre ellas Google, Microsoft, Universal Robots y Apple.