¿Cómo saber si eres un líder o un seguidor?
El verdadero liderazgo no radica en dar órdenes, recibir reportes, tener empleados a cargo o ganar mucho dinero. En cambio, se trata de inspirar a los que te rodean a dar lo mejor de ellos mismos. Por este motivo, cualquier persona, sin importar su nivel económico o su puesto de trabajo, puede ser un gran líder, al mismo tiempo que el presidente de una compañía puede ser un “seguidor”: alguien que carece de la visión y la influencia necesaria para motivar a los demás.
Para que identifiques a qué categoría perteneces, te compartimos los 10 aspectos que diferencian los líderes de los seguidores.
1. Valoran los logros ajenos
Mientras que los seguidores se sienten amenazados por los logros y las competencias de los demás, un líder nato los ve como atributos valiosos para el trabajo en equipo.
2. Hacen más
Los seguidores se limitan a cumplir con su trabajo, sin aventurarse a realizar tareas que no concuerden exactamente con la descripción de su puesto o se diferencien de su rutina diaria. Los líderes, por el contrario, ven a sus tareas diarias como un simple punto de partida que los impulsa a hacer más, a añadir valor a la organización. Para un líder el trabajo no es solo una obligación más en el día, sino una parte importante de su vida.
3. Ven el lado positivo de las cosas
Los líderes ven las limitaciones como oportunidades para mejorar y superar las dificultades. Mientras tanto, los seguidores se sienten paralizados cuando se presentan los problemas, si algo sale mal asumen que todo se va a caer.
4. Aman los desafíos
Los líderes no le temen a los cambios y buscan mejorar constantemente, mientras que los seguidores se sienten cómodos en la estabilidad y prefieren que todo siga como está.
5. Actúan rápido
Los líderes no soportan la indecisión. Por más que el camino que puedan tomar no sea el más adecuado, prefieren actuar que no hacer nada. En cambio, los seguidores dudan antes de actuar y casi siempre terminan dejando que otros decidan por ellos.
6. Aceptan la responsabilidad por sus actos
Si cometen errores, los líderes rápidamente asumen su responsabilidad enseguida, mientras que los seguidores tratan automáticamente de culpar a otras personas o a sus circunstancias. Un buen líder sabe que tratar de desligarse de la culpa siempre se ve peor que asumirla.
7. Son humildes
Por más que cuenten con cierta autoridad o respeto, los verdaderos líderes no permiten que “se les suban los humos a la cabeza“, es decir, no se creen mejores que los demás. Tampoco le pedirían a alguien que hiciera algo que ellos mismos no estarían dispuestos a hacer. Por el contrario, los seguidores ven cualquier reconocimiento como un motivo para vanagloriarse.
8. Responden a motivaciones internas
Los seguidores hacen su trabajo con el fin de conseguir un ascenso, un cargo o un mejor status social y económico, todos factores externos. Los líderes, por su parte, solo buscan ser la mejor versión de sí mismos, lo que los impulsa a alcanzar la excelencia. En lugar de preocuparse por los “títulos”, valoran la perseverancia y los valores propios y de quienes lo rodean.
9. Se preocupan por las personas
En lugar de concentrarse solo en sus logros individuales, los líderes saben trabajar en equipo porque entienden que es lo único que permite llegar a la cima.
10. Están dispuestos a aprender de los demás
Mientras que a un seguidor le tiene miedo a decir que ignoran, un líder es plenamente consciente de que no lo sabe todo y que siempre puede equivocarse. Por lo tanto, están permanentemente abiertos a las críticas constructivas y a aprender de quien sea.